La educación en México ha estado presente desde la cultura prehispánica, y ha evolucionado conforme a los avances tecnológicos y las necesidades de los mexicanos. La historia del Sistema Educativo en México se ha ido conformando en una base evolutiva de la estructura social y económica del país a través del tiempo (Robles, 2000). Con cada nueva ley, forma de educar y reforma se ha intentado mejorar la educación en nuestro país México. Todas con la intención de mejora.
Esta ha evolucionado junto a
la sociedad a través de los años, desde una enseñanza meramente en casa, hasta
nuevos modelos educativos que existen hoy en día como el Método Montessori.
Todos con una misma idea similar: hacer que las niñas, niños y jóvenes adquieran
nuevas herramientas que puedan servirles en su futuro.
Se requiere de una nueva
orientación educativa que, de respuesta a un contexto actual, el concepto de
competencia, tal y como se entiende en la educación, resulta de las nuevas
teorías de cognición (inteligencias múltiples) y básicamente significa saberes
de ejecución.
Por lo tanto, lejos de ser una
educación atomizada, de corte conductual y fragmentada, tiene ventajas que
inciden significativamente en diferentes áreas del proceso educativo, abriendo
perspectivas más dinámicas, integrales y críticas.
También es un enfoque
sistemático del conocer y desarrollar habilidades; se determina a partir de
funciones y tareas precisas. Se describe como un resultado de lo que el alumno
está capacitado a desempeñar o producir al finalizar una etapa.
Centrada en la necesidad, los estilos
de aprendizaje y potencialidades individuales para que el alumno llegue a
manejar con maestría las destrezas y habilidades señaladas desde el campo
laboral. En otras palabras, una competencia en la educación, es un conjunto de
comportamientos sociales, afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas,
sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente una profesión.
El objetivo de un sistema
basado en competencias es generar individuos preparados para los retos del
futuro; empoderar a estudiantes con conocimientos y habilidades en diversos
ámbitos y campos de estudio, en un programa educativo flexible y a la medida de
cada alumno.
Las competencias que los
estudiantes deben dominar incluyen objetivos de aprendizaje explícitos y
medibles. En este modelo educativo los estudiantes reciben apoyo oportuno y diferenciado
en función de sus necesidades individuales de aprendizaje.
En 1998 la UNESCO expresa en
la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, que es necesario propiciar
el aprendizaje permanente y la construcción de competencias adecuadas para contribuir
al desarrollo cultural, social y económico de la sociedad.
Se entiende como evaluación de
competencias "la recopilación de información respecto a la forma en que
el estudiante evidencia la movilización conceptual, procedimental y actitudinal
a través de desempeños observables y referidos al programa o plan curricular,
con el fin de emitir juicios valorativos sobre dichas evidencias y tomar
decisiones educativas al respecto".
Es por ello que se requieren
de instrumentos cualitativos acordes con los desempeños requeridos por el
programa de estudios, así como una exacta definición de los indicadores que
evidencian estos desempeños y no solamente los que corresponden a la esfera
conceptual.
Asimismo, ha señalado que las
principales tareas de la educación superior han estado y seguirán estando
ligadas a cuatro de sus funciones principales:
• Una generación con nuevos
conocimientos (las funciones de la investigación)
• El entrenamiento de personas
altamente calificadas (la función de la educación)
• Proporcionar servicios a la
sociedad (la función social)
• La función ética, que implica la crítica social.
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CONCEPTO DE COMPETENCIA |
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CARACTERÍSTICAS DE LAS COMPETENCIAS |
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¿QUÉ ES Y QUE NO ES COMPETENCIA? |



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